Volver a Paipa es sin duda una gran dicha, por lo que la ciudad significo en mi formación escolar, en lo que hoy se conoce como básica secundaria y media técnica, por allá por los años de 1980, sin duda una parte maravillosa de mi vida, llena de gratos recuerdos donde tuve la dicha de contar con maestros que se esforzaron por dejar huella en sus estudiantes, para que a la postre se convirtieran en forjadores de futuro, muchos de los cuales hoy tuve la dicha de volver a saludar y que espero al hacerlo se hayan sentido tan orgullosos como yo me siento de ellos, gracias maestros ITA de Paipa. A lo anterior debo sumarle el gran significado tanto en lo personal como para mi familia.
Entusiasmo, porque es la oportunidad de volver a la ciudad, sus niños, niñas, jóvenes y adolescentes lo que alguna vez la ciudad me dio, y de la cual como ciudadano siempre me he sentido muy orgulloso.
Dedicación porque en mi primer día aunque sentí una gran calidez humana también de alguna manera se logra percibir que en muchos aspectos habrá que ser paciente en la reorientación, mejoramiento y continuidad de muchos procesos propios de la institución.
Contribuir entonces a la construcción de una gran institución que busca formar integralmente a los educandos, tanto en lo individual, familiar y social para que sean capaces de generar cada día mejores niveles de desarrollo para sí mismos y para la sociedad, se convierte en una fuente de energía que iluminara los caminos a seguir y que nos llevarán al éxito.
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